¿Qué pasaría si se enferma tu hijo, tu mamá, tu papá o incluso tú; o bien, se inunda tu casa, por una tormenta; tienes un accidente automovilístico; te quedas sin empleo o se quema tu casa porque explotó tu Xbox; por lo tanto, debes hacer gastos muy grandes para atender la emergencia y no puedes pagar tus tarjetas de crédito, tu hipoteca o algún préstamo?
Lo más seguro es que te endeudes hasta el cuello, tu historial crediticio se vería afectado y, en consecuencia, no podrías pedir otro préstamo para pagar tus deudas. Entonces, si te has atrasado en el pago de tus créditos, en estos casos, una buena solución son las reparadoras de crédito. Aquí te contamos qué son y cómo funcionan.
1. ¿Qué es una reparadora de crédito?
Una reparadora de crédito es un intermediario que ayuda a conseguir un descuento en el total de tu deuda o quita, así como elaborar un plan de ahorro de acuerdo con tu capacidad de pago, a cambio del pago de una comisión. Cabe aclarar que quedará una nota negativa en el historial crediticio y, por lo tanto, serás considerado como un sujeto de mayor riesgo, teniendo así menos posibilidades de obtener un nuevo crédito o préstamo.
Por su puesto, tú puedes pedir a tu banco el que congele tu deuda, pero tú tendrás que lidiar con los trámites y con las llamadas de cobranza; deberás organizar tu propio ahorro y también, tendrás una nota negativa en el Buró de Crédito. En cambio, con una reparadora, recibirás asesoría legal y financiera, así como seguimiento a tu plan de ahorro.
2. ¿Cuál debe ser el monto de mi deuda para que me ayuden?
Las reparadoras de crédito, como Cura Deuda, trabajan con personas que tienen una deuda de al menos 30 mil pesos, en tarjetas de crédito, préstamos o tarjetas departamentales. Los usuarios deben estar atrasados con sus pagos o estar en condición de sobreendeudamiento e imposibilidad de pago.
Cura Deuda, por ejemplo, negocia descuentos de hasta 70% sobre el adeudo original, luego diseñan un plan de ahorro y con esto, se paga la deuda y te entregan un certificado de liquidación de adeudos.
Ten en cuenta que, aunque las reparadoras te ofrecen grandes descuentos a tus deudas, no pueden garantizar un porcentaje en específico, más bien éste resultará de las negociaciones alcanzadas entre la reparadora y cada institución financiera en donde tengas una deuda.
Debes cuidarte mucho de instituciones que te soliciten dinero en efectivo o hacer depósitos en una cuenta personal; es probable que se trate de un fraude.
3. ¿Cuánto cuesta contratar a una reparadora de deuda?
Los honorarios de Cura Deuda, por ejemplo, son los más bajos del mercado en comparación con otros competidores. El honorario mensual equivale a $55 por cada $10,000 de deuda ingresados al programa. Mientras que el honorario de liquidación es del 10% sobre el descuento obtenido de tu deuda. Pero todo esto ya está incluido en el plan de ahorro mensual, de esta manera, no tendrás que hacer pagos adicionales al terminar el programa.
4. ¿Una reparadora te borra del buró de crédito?
Las reparadoras de crédito son un excelente instrumento de ahorro; pero, no borran la deuda del Buró de Crédito, es más, ninguna institución puede hacer esto. Las Sociedades Información Crediticia (SIC) siempre harán un registro del manejo de tus créditos en instituciones financieras formales.
Sin embargo, una vez liquidada tu deuda, una reparadora de crédito como Cura Deuda, te ayuda a reintegrarte al sistema crediticio, ya que muchas veces, las instituciones financieras se rehúsan a aprobar préstamos a personas con un historial crediticio que contenga una nota negativa reciente.
5. ¿Qué debes saber de las reparadoras de crédito?
Durante 2019, de acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, la cartera total de créditos en México fue de $5,276 millones de pesos. De ese monto, el Índice de Morosidad (IMOR) de la cartera de tarjeta de crédito se ubicó en 5.04%; los créditos personales presentaron un IMOR de 6.73%. Por último, los créditos de nómina registraron un IMOR de 2.89%, lo que suma un porcentaje de morosidad del 14.66% de estos tres tipos de créditos.
Ante este panorama, las reparadoras de crédito hacen una gran tarea en evitar los métodos de cobranza agresivos e incluso algunas prácticas ilegales. Por lo tanto, ayudan a los bancos y tiendas departamentales a recuperar una parte de créditos que quizá daban por perdidos. Asimismo, permiten que las personas vuelvan a ser sujetos de crédito y no queden excluidas del sistema financiero.
Debes saber que las reparadoras de crédito no están reguladas por la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef). Solo son supervisadas por la Procuraduría del Consumidor (Profeco). Entonces, te aconsejamos verificar que la empresa esté constituida y tenga los servicios básicos, como asesoría legal y financiera; negociación con los acreedores y canalización de las llamadas de los despachos de cobranza.
También, antes de firmar el contrato, debes asegurarte de entender las condiciones, el costo, la duración y las penalizaciones por dejar el programa o atrasarte. Así que debes leer perfectamente bien el contrato y resolver cualquier duda.
En conclusión, si pasas por una emergencia y no te es posible pagar tus créditos, puedes apoyarte en las reparadoras de crédito, las cuales buscarán un descuento a deudas que parecen impagables.
Por otra parte, identifica los hábitos o las situaciones que te lleven a endeudarte. Evita destinar más del 30% de tus ingresos al pago de deudas, elabora un presupuesto (puedes usar apps automatizadas como Finerio); y ahorrar una parte de tus ingresos para afrontar ciertas eventualidades, como que explote tu Xbox y se queme tu casa.
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