Los fondos de inversión han ganado popularidad en los últimos años, y puede ser una manera interesante de mover tus ahorros. Pero ¿sabes qué son, cómo funcionan y lo que implican? ¡infórmate! antes de optar por alguno.
Comencemos por entender qué es un fondo de inversión; éste cuenta con una llamada “canasta” que incluye acciones con renta variable y bonos de renta fija.
Básicamente, este producto financiero cuenta con una o más personas que se encargan de administrar los componentes del fondo ―ya sean acciones o bonos―, es decir, éste decide qué comprar, cuándo y cómo vender los fondos de la canasta, todo esto para ofrecer al inversionista un rendimiento o ganancia determinados.
Ahora veamos la diferencia entre los tipos de componentes del fondo.
Acciones (fondo de renta variable): en este caso, la renta depende de diversos factores como la situación económica de la empresa en la que se está invirtiendo y su evolución, así como del comportamiento de los mercados financieros, por ejemplo. Por ello, en este caso, la recuperación de capital así como la rentabilidad no pueden saberse o garantizarse.
Bonos (fondo de renta fija): aunque tienen menor riesgo, también cuenta con una rentabilidad reducida, aquí la ventaja es que el inversor lo puede saber de antemano, no como pasa en otro tipo de productos. Decir que este tipo de fondos tienen menor riesgo, no los exenta de sufrirlos, pues siguen sometidos a la emisión de títulos, liquidez de estos, variación en el tipo de interés, etc.
Aunque estos son los más populares, existen otros tipos de fondos, como pueden ser en metales, monedas, futuros, etc. así como combinaciones de ellos (mixtos).
Ahora veamos los tipos de fondos de inversión según su plazo de vencimiento. Hay que aclarar que existen más tipos como son por tipo de rendimiento o renta, pero éstos suelen ser los más comunes.
Corto plazo: cuentan con rentabilidad menor compara con inversiones de largo plazo, sin embargo se pueden vender con mayor facilidad en un mercado secundario. Son de bajo riesgo y tienen duración de algunos meses.
Mediano plazo: su promedio de duración es de uno o dos años, tienen un mayor riesgo asociado que los de corto plazo, son el punto medio entre confiabilidad y rendimiento.
Largo plazo: suelen durar varios años y se pueden obtener mayores beneficios, se caracterizan por no ser tan fáciles de vender (baja liquidez) y cierta incertidumbre en su rendimiento, sin embargo, esto puede variar.
Resumiendo; al ingresar tu dinero a un fondo de inversión, le estás dando el poder al administrador de éste de moverlo, para así obtener mejores ganancias con él (rendimientos o rentabilidad), y cuyo plazo de duración es variable.
¿Me conviene?
Al invertir en un fondo de inversión lo que se está buscando es obtener una ganancia, ya sea a corto, mediano, o largo plazo, sin embargo hay que tomar en cuenta que durante este tiempo no podrás disponer de tu dinero. Otro factor importante a tomar en cuenta, es que siempre hay riesgos, y esto dependerá del análisis que se haga de la institución financiera o empresa a la que estás otorgando tu dinero así como del tipo de fondo en el que inviertas, por ejemplo.
Artículo original de Coru.
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