El Tren Maya es quizá el proyecto de infraestructura más importante en el sexenio, pero ¿qué tanto sabemos a respecto? ¿Cuál será el recorrido? ¿Cuánto costará? ¿Cuáles serán los beneficios sociales? ¿Cuáles son los desafíos ambientales?
Existe gran polémica acerca de la construcción del megaproyecto. Unos a favor porque consideran que es necesario para reactivar la economía del sureste de México, y otros en contra, por la posible falta de rentabilidad y el impacto ambiental.
No obstante, la información oficial del proyecto que hay disponible es poca, por ello es relevante que estemos informados de su desarrollo. Si bien, cada uno de nosotros no es un experto en los temas implicados, debemos conocer las ventajas o desventajas del proyecto para darle seguimiento a lo que nos causa duda.
Aquí compartimos lo que sabemos del Tren Maya para que conozcas qué es lo que te puede beneficiar o no, y puedas tomar tu propia postura
Infraestructura
El Tren Maya considera un recorrido de 1,500 kilómetros, atravesará por Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán. También, incluye un tramo de selva que pasa por Palanque, Chiapas.
En total, y hasta ahora, se contemplan 15 estaciones que se adecuarán a las necesidades y características de cada zona. Por este motivo, su diseño, tamaño y capacidad serán variables.
El recorrido total será dividido en tres tramos:
• Tramo Selva (426 km)
• Tramo Caribe (446 km)
• Tramo Golfo (653 km)
Marisol Venegas, titular de la Secretaría de Turismo de Quintana Roo, afirma que el Tren Maya se trata de un gran desarrollo de infraestructura. “El problema es que se desconoce el proyecto y las vialidades por donde va a estar, presumimos que se van a usar los derechos de vía existentes en otros estados”.
De acuerdo con Moisés Alcalde, socio de Asesoría para el gobierno de EY, el primer requisito que debería cubrirse para hablar de un nuevo tren es un plan de infraestructura completo, es decir, el proyecto ejecutivo del tren, la justificación o razones para construirlo, y el impacto económico que generará en la zona y al país.
Un primer resumen ejecutivo está disponible en la página (https://www.tren-maya.mx/). No obstante, no se encuentran aún estudios sociales, culturales, ambientales y de costo-beneficio.
Elaborar un estudio de esta magnitud tomará un año o más, además, se deben de realizar los proyectos de las adquisiciones y licitaciones, explicó Moisés Alcalde.
El costo del Tren Maya
El proyecto del Tren Maya requerirá una inversión aproximada de 150,000 millones de pesos, monto muy similar al costo estimado en un inicio para el NAIM. Por lo que, muchos consideran que es irreal hacer una construcción de esa magnitud a ese costo.
El costo del Tren Interurbano México-Toluca, con recorrido de 58 kilómetros, se incrementó en 124 por ciento al pasar de 44 mil 559.4 millones de pesos en 2013 a 100 mil 117 millones 657 mil 95 pesos en 2018, de acuerdo con la cartera de los proyectos de inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Por otra parte, el costo de la construcción del NAIM sería de 169 mil millones de pesos, pero en 2018 la SHCP informó que serían 195 mil millones, por los ajustes inflacionarios, pero luego se informó que sería de 285 mil millones de pesos.
Sin embargo, el costo de la megaobra era incierto. De acuerdo con estimaciones de la Academia de Ingeniería de México, su costo se podría elevar a los 440 mil millones de pesos.
El recorrido del Tren Maya pretende alargar la estancia en la región, con lo cual, el gobierno afirma que esto se traduce en un mayor gasto turístico y captación de ingresos en las comunidades. Sin embargo, todavía no hay conocimiento preciso de si el tren será motivo para que los turistas extiendan sus vacaciones, por lo que se desconoce la rentabilidad del proyecto a largo plazo.
Por otra parte, aunque los recursos de inversión pública son escasos, existen varias empresas extranjeras que ya están interesadas en este proyecto. Además, también se quiere invitar a cualquier persona a invertir en el Tren mediante los instrumentos de inversión, como Fibras de infraestructura, algo que también se hizo en el NAIM.
Impacto social
El Tren Maya supone un nuevo paradigma de turismo incluyente, en el que se busca que la riqueza se distribuya en la comunidad. Tiene por objetivo:
Fomentar la inclusión social a partir del respeto a las etnias y el género para incorporar talento regional y local.
Promover el respeto a los pueblos originarios.
Detonar el crecimiento económico a partir del impulso a proyectos productivos agroecológicos y logísticos para crear nuevas cadenas de valor.
Evitar la sobreexplotación y crear mecanismos sociales para incentivar la conservación comunitaria. Entre otros.
No obstante, de acuerdo con el académico del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el arqueólogo, historiador y antropólogo experto en la región maya, Carlos Navarrete Cáceres, se dice que el Tren Maya no afectará a las comunidades, pero se puede ver el impacto negativo de algunos de los grandes proyectos arqueológicos con intención turística .
Se debe cuidar mucho este aspecto, ya que, en otros proyectos, los mayores beneficios son “para los grandes hoteles, los restaurantes de lujo, no para la gente local. La gente del lugar queda igual o peor porque tiene que competir con servicios económicamente muy fuertes”, afirma Carlos Navarrete.
Por lo tanto, especialistas en derechos culturales como José Manuel Hermosillo y Carlos Lara, piden al presidente López Obrador realizar un estudio de factibilidad cultural previo, conforme lo establece la Ley de Planeación. Es decir, se requiere una “investigación con un enfoque antropológico sobre las condiciones de vida de la gente, para conocer sus necesidades económicas, pero también históricas, antes de meter ahí una vía de esa naturaleza y negar que alterará su vida”.
Impacto ambiental
El proyecto pretende basarse en un modelo de desarrollo sostenible que impulse el crecimiento económico, sin depredar el ambiente; al contrario, procura medidas de mitigación compensación y protección, del entorno.
De acuerdo con Javier Warman, director del programa Bosques del World Resources Institute (WRI) México, explicó: “Todo proyecto de infraestructura tiene impacto negativo sobre el ambiente, y esto se compensa con impactos sociales y económicos”.
Uno de los mayores problemas, de acuerdo con Warman, será si no se hacen pasos para la fauna o no se reforesta. A pesar de esto, el proyecto es viable ambientalmente si se hace un buen proyecto, afirmó el especialista.