Sin duda alguna, las tarjetas de crédito han sido una de las invenciones más fascinantes del siglo pasado. Las entidades bancarias han colocado sobre la mesa una oportunidad para que sus afiliados puedan contar con dinero extra de manera fácil y segura, además de ser un recurso indispensable para las compras en línea. Pero más allá de todas las ventajas que una tarjeta de crédito pueda tener, lo más importante es aprender a manejarlas, ya que se puede abusar de las mismas sin darnos cuenta, generando resultados bastante catastróficos. Por ejemplo, nos podemos sumir en una abultada deuda que se torna muy difícil de saldar, teniendo en cuenta la acumulación de intereses bancarios.
Esta es la razón por la cual las personas que utilizan tarjetas de crédito de manera inteligente liquidan en la fecha de pago (o antes) todo lo que firmaron en el mes o corte de su tarjeta de crédito. A este tipo de clientes se les llama “totaleros”, y no son los favoritos de los bancos ya que a la hora de que la entidad bancaria realiza la facturación no puede cobrar una comisión adicional.
Otra estrategia muy útil pero poca usada para optimizar los gastos y realizar un buen desempeño crediticio, consiste en tomarse el tiempo de analizar la oferta de tarjetas de crédito, contrastando todas las virtudes que nos ofrecen en primera instancia para obtener así una visión global de los beneficios y ventajas (o desventajas) que nos ofrecen.
El primer paso para elegir una tarjeta de crédito es tener claro por qué se necesita y para qué se va a usar. Así podemos ir al banco con una lista de preguntas; la regla número uno es preguntar, preguntar, preguntar:
- ¿Cuánto tiempo se va a tardar en tramitarse?
- ¿Qué información / documentos necesitan de nosotros (y subsecuentemente van a obtener)?
- ¿Cuál es el límite de crédito? ¿Cómo lo calculan?
- ¿Cuál es el ingreso mensual requerido para cada tipo de tarjeta?
- ¿Cuáles son los requisitos y procedimientos para cambiar a una mejor tarjeta?
- ¿Cómo se puede aumentar el límite de crédito?
- ¿Cuánto se tiene que pagar de anualidad (si hay)?
- ¿Cuáles son las tasas de interés anuales y recargos si no se paga a tiempo?
- ¿Cuál es el Costo Anual Total (CAT)?
- ¿Cómo se pueden obtener mejores tasas de interés (por ejemplo, si se tienen ciertos comprobantes de ingresos, si se establece una cuenta de débito / nómina con el mismo banco, etc.)?
- ¿Cuáles son los beneficios adicionales (programas de lealtad, puntos, millas, descuentos, servicio de concierge, asistencia en viajes, etc.)?
- ¿Cuáles son las cantidades mínimas que tienes que gastar por mes para no pagar comisiones (si hay)?
- ¿Qué servicios se ofrecen en banca en línea y banca móvil?
- ¿Existen comisiones adicionales?
- ¿En dónde se pueden hacer movimientos (Cajeros automáticos, banca en línea, banca móvil, tiendas de conveniencia etc.)?
- ¿Cuáles son los seguros contra fraude que vienen con la tarjeta y cuáles son opcionales (por una tarifa extra)?
- ¿Cuál es el proceso para cancelarla?
Finerio te recomienda hacer una lista de preguntas (incluso puedes iniciar con esta como base) que sea adecuada y exhaustiva antes de tomar una decisión final. Así ya no te sorprenderán con una tasa de interés abusiva o comisiones secretas que no sabías que ibas a incurrir.
Con esta información puedes empezar a tomar una decisión. Por ejemplo, si eres “totalero”, te conviene contratar una tarjeta con la que no pagues anualidad aunque tenga una tasa de interés anual mayor. Si viajas frecuentemente, contratar una tarjeta que te ofrezca millas o que te permita cambiar puntos por millas. Si no tienes sucursales bancarias cerca de tu casa, que puedas hacer movimientos por banca en línea o en tiendas de conveniencia. Y si para ti la seguridad es primordial, que el banco tenga procesos robustos y seguros para prevención de fraudes.
Aunque las razones por las que cada persona elige una tarjeta de crédito son muy específicas, existen preferencias consistentes en diferentes segmentos en México. Estos son algunas preferencias que se han identificado:
o Segmentos de mayor ingresos
- Les importa mucho los programas de lealtad
- Valoran las tarjetas que dan millas y otros servicios para viajes
- La tasa de interés y las comisiones son menos importantes
o Segmento de menor ingresos
- Les interesa poder comprar ahora y pagar después (meses sin intereses)
- La tasa de interés y las comisiones son lo que más importa
- No les interesan mucho los programas de lealtad; prefieren programas de lealtad que proveen descuentos directos en compras cotidianas
- Poder pagar servicios públicos automáticamente es muy importante
- Valoran mucho la aceptación en diversos comercios
o Segmento de mayor edad
- Valoran más el límite de crédito
- La anualidad no es tan importante
- Les importa mucho los mecanismos contra fraude
o Segmento de menor edad
- La aceptación en comercios no es tan importante, pero es importante poderla utilizar para compras en línea
- Las capacidades de banca en línea y banca móvil son especialmente importantes
o El servicio al cliente es extremadamente importante para todos
En resumen, se pueden utilizar estas consideraciones para elegir una tarjeta de crédito dependiendo de tu situación económica y edad. Sin embargo, la elección depende de la situación socioeconómica específica en la que te encuentres, cómo esperas utilizarla (si se espera pagar a tiempo o realmente se necesita el uso de crédito), qué beneficios prefieres, etc.