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El doloroso proceso de tramitar una tarjeta de crédito

Estoy muy feliz con mi tarjeta de crédito porque me permite administrar mi dinero para llegar al final de la quincena sin problema. No obstante, su aprobación tardó alrededor de tres meses y otra tarjeta no fue aprobada porque no tenía historial en un banco diferente a mi cuenta eje. Este no es sólo mi caso, conozco varias personas que han tenido que pasar por un largo y tortuoso proceso de solicitud de un crédito. 

El problema de tener un acceso limitado al crédito afecta en el manejo de liquidez, cumplimiento de metas, además en la inversión en negocios para el desarrollo. Lo más grave es que, ante la falta de educación financiera, pocos son los mexicanos que saben que si no tienes historial de crédito, es más difícil acceder a otros créditos (automotrices, empresariales, hipotecarios, por ejemplo) o a mejores tasas de interés de un crédito. Por lo tanto, se convierte en un círculo vicioso en el que si no tienes crédito, no puedes acceder al crédito que necesites en la institución que desees. Esto deja fuera a potenciales clientes que sí tienen buena capacidad de pago, pero que nunca han utilizado un crédito.

Ahora bien, sabemos que lo más importante para las instituciones financieras al aprobar un crédito es comprobar la capacidad de pago. En ese sentido, los denominados neobancos, los bancos totalmente digitales sin sucursales, han incorporado nuevos mecanismos para evaluar la capacidad de pago de los usuarios y en un par de días, y no meses, te dicen si tu crédito fue aprobado, o bien, te brindan un crédito personalizado de acuerdo con tus ingresos.

Uno de los nuevos mecanismos de evaluación crediticia es open finance. Este modelo permite a las instituciones financieras consultar tu historial de ingresos y gastos para determinar tu capacidad de pago de acuerdo con tus cuentas de ahorro, débito, nómina o inversión de cualquier institución financiera en México. Por lo tanto, con open finance no será necesario tener una cuenta del banco o fintech donde quieras pedir un crédito, tampoco será indispensable usar tarjetas departamentales o de crédito.

Lo mejor de todo es que la consulta de información es totalmente digital y se realiza en segundos, por lo tanto, no tienes que ir a una sucursal física a tramitar la tarjeta de crédito y tampoco tienes que enviar estados de cuenta bancarios en PDF o imágenes. De esta manera, no tendrás que esperar meses para recibir la aprobación de un crédito.

Otros mecanismos de calificación de crédito usan datos alternativos, como la información que se encuentra en los teléfonos móviles o el historial de compras en tiendas en línea, la propia información de redes sociales, entre otros. Toda la información digital dice mucho de quiénes somos, por lo tanto, sirve a los algoritmos para construir un score crediticio que complemente la información que se tiene o no en el Buró de Crédito. En consecuencia, es mayor la probabilidad obtener un crédito personalizado de acuerdo con tu capacidad de pago.

La tecnología está avanzando rápidamente y está lista para implementarse. Antes las instituciones financieras tradicionales tenían una limitante tecnológica, por lo tanto, tenían que hacer todo de manera manual y tardaban meses en evaluar el perfil de una persona. Hoy hay una gran cantidad de datos digitales y es más barato acceder a ellos mediante diversos proveedores. No hay más excusas para que los servicios financieros sean lentos y excluyentes, incluso con usuarios bancarizados.

Esto me recuerda la historia del iPod, el cual fue pensado antes de que existiera la tecnología para almacenar información en un espacio muy pequeño. Sin embargo, cuando se desarrolló la tecnología en Japón, Steve Jobs no dudó y compró esa tecnología, lo que resultó en un hit y una revolución tecnológica. Las entidades financieras no deberían dudar en adquirir la tecnología necesaria para mejorar sus servicios. No tienen que desarrollar todo desde cero, actualmente, existen diferentes proveedores que pueden ayudar a actualizar sus servicios.

Sabemos que muchas entidades son renuentes a adoptar nuevas tecnologías, pero también, muchas apuestan por la innovación, el resultado será más créditos aprobados con mayor rapidez con un mayor volumen del mercado. Al final del día, las personas elegirán los servicios que estén a la vanguardia y quedarán atrás las empresas que no se modernicen.

Sin duda no es fácil empezar ese proceso de transformación, pero estoy segura que las instituciones financieras tienen la capacidad de sortear los obstáculos que se les presenten. Pueden ofrecer mejores servicios financieros para todos y empujar el desarrollo económico y contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas. Cuál es la necesidad de que una persona pierda su tiempo pidiendo un crédito, cuando puede enfocarse en cumplir sus metas.

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Photo by: rupixen.com, @rupixen

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