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Cómo Volar del Nido y No Quebrar en El Intento

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Por primera vez en 130 años, hay una proporción mayor de adultos jóvenes, pertenecientes a la generación llamada “millennials”, que tiende a vivir en casa de sus padres en vez de independizarse. Según el INEGI, en 2015 el 32% de los adultos jóvenes de entre 18 y 34 años vive en la casa en la que creció, mientras que el resto vive con su pareja, “roommies” o solos.

¿Por qué esta generación que quiere ser tan independiente de todo y de todos vive con sus padres? Los millennials tienen comportamientos muy particulares además de que se enfrentan a un entorno económico y social adverso:

1.       Los ingresos son cada vez menores en comparación con el siglo pasado y el desempleo cada vez mayor. Además, muchas empresas subcontratan a sus empleados jóvenes por medio de otras empresas de Recursos Humanos para pagar menos prestaciones.

2.       Una proporción cada vez mayor trabaja como Freelancers, o sea trabajan por su cuenta y no tienen un contrato laboral a largo plazo. Esto hace que sus ingresos sean variables.

3.       La edad en la que los jóvenes buscan casarse y mudarse con su pareja ha aumentado con el tiempo; esta generación no piensa sentar cabeza antes de los 35 años.

4.       El costo de adquisición o de renta de un bien inmueble ha aumentado con los años a una tasa mayor a la de los salarios.

Si bien el entorno económico es adverso, en Finerio conocemos varias maneras para que te mudes de casa de tus padres y no te vuelvas pobre en el intento.

¿Cuáles son los errores más comunes?

1.      No crear un presupuesto: El error más peligroso y el que muchos adultos jóvenes cometen, es no hacer un presupuesto; increíble considerando lo fácil que es. Es importante empezar a hacerlo incluso antes de salir de casa de tus padres ya que te permitirá ver si tienes la capacidad de independizarte y cómo sería el estilo de vida que puedes sustentar.

2.  No ahorrar: Otro error muy común es no ahorrar. Es verdad que en esta edad probablemente creas que no tiene sentido ahorrar los pocos pesos que te quedan a final de mes, pero ahorrar aunque sean 50 pesos cada semana te ayudará a mitigar imprevistos. Lo agradecerás cuando salgas de la oficina y tu bicicleta ya no esté donde la dejaste o te esguinces el tobillo el domingo jugando futbol.

3.     Atrasarse con el pago de tarjetas de crédito: El tercer error más común entre los recién independizados es atrasarse con el pago de tarjetas. Además de que las penalizaciones de los bancos son carísimas, atrasarte afecta tu calificación crediticia, que a su vez afecta la tasa de interés a la que los bancos te pueden prestar. Piensa en pagar a tiempo como una inversión, en el futuro pedir dinero prestado te saldrá más barato.

Prepárate para pagar cosas que no sabías que existían

La regla de oro para hacer un buen presupuesto es que este incluya todos tus gastos. Esto abarca también lo que gastas en la tiendita de la esquina o lo que pagas por el parquímetro. El “gasto hormiga” es el más peligroso, son todos aquellos gastos pequeñitos que parece que no tienen importancia, pero que a final de mes suman una cantidad de dinero considerable.

Al mudarte de casa de tus papás, te enfrentas a un torrente de gastos inesperados. En la cocina, por ejemplo, deberás invertir en cantidad de ollas, sartenes, vajilla e ingredientes para la alacena. También debes pensar en la suscripción de Netflix, Spotify y hasta Ecobici. El pago de la tenencia del coche es otro que muchos no consideran. Un presupuesto útil y realista debe incluirlo todo.

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Entonces, ¿qué cosas debo incluir en mi primer presupuesto?

La respuesta a esta pregunta es muy diferente para cada persona, pero existe una serie de categorías muy generales que pueden aplicarse a casi todos.

La renta será tu gasto más fuerte, aunque debes asegurarte que no sea mayor al 30% de tu ingreso mensual. Además, considera las utilidades, que son los pagos de agua, luz, teléfono o internet; la comida, transporte, gastos médicos, entretenimiento, ropa y artículos de baño, artículos de limpieza para el hogar, suscripciones y membresías.

Algunos consejos para que ser independiente no se vuelva impagable

Muchos mueren por mudarse a su propio departamento pero creen que no ganan lo suficiente para hacerlo. Si es cierto que aumentar tus ingresos tomará más tiempo, siempre puedes reducir tus gastos aplicando algunos trucos.

1.     Saca tu repertorio de recetas: Cocinar tu propia comida regularmente y llevarla al trabajo o a la universidad puede ahorrarte más dinero que casi cualquier otro cambio en tu estilo de vida, ya que reducirá tus gastos en comida a la mitad. Además, esta opción es mucho más sana que comer tacos o en una fonda todos los días.

2.   Apaga o mejor, desconecta tus electrónicos cuando no los usas: Crea el hábito de apagar la luz al salir de un cuarto y desconecta el microondas, la televisión y tu computadora cuando no los estás usando. No solo te ahorrará dinero, también es más ecológico.

3.  Renuncia al crédito: Deshazte de todas tus tarjetas de crédito y quédate sólo con una, y úsala cuando sea absolutamente necesario. En el día a día paga en efectivo o con tarjeta de débito y por favor, no lleves tu tarjeta de crédito a la fiesta.

4. Explora otras formas de transportarte: Piensa en todas las opciones que tienes para transportarte. ¿Realmente necesitas manejar a todos lados? Averigua si puedes caminar, ir en bicicleta, compartir el coche con alguien o ir en transporte público.

La regla de oro

En esta vida siempre pueden ocurrir emergencias y tener un “colchón” financiero puede significar la diferencia entre un inconveniente y una catástrofe. Existe una regla que dice que debemos tener ahorros suficientes para cubrir de tres a seis meses de gastos. Es mucho dinero y sabemos que es difícil que tengas esa cantidad en tu cuenta de banco esperando a que ocurra algo. Sin embargo, es mejor que tengas alguna cantidad, por pequeña que sea, a que no tengas nada.

Existen muchas formas de ahorrar y en Finerio creemos que debes ahorrar antes de gastar y no de la otra manera. Existe una regla para hacer presupuestos, llamada la regla 50/20/30, que te permite hacer un plan de gastos balanceado, y que facilita destinar una parte de tu ingreso a tu fondo de ahorros:

La regla consiste en utilizar el 50% de tus ingresos para gastos esenciales, que incluyen renta, comida, transporte y utilidades. El 20% de tus ingresos lo debes destinar a tus planes de ahorro y pago de deudas. Finalmente, el 30% restante es para gastos personales que mejoran tu estilo de vida. Esta es la menos importante y no debe hacer que descuides las otras dos categorías. Aquí se consideran gastos como plan de teléfono celular, televisión por cable, la membresía del gimnasio o cenas con tus amigos. Sólo tú puedes decidir qué es absolutamente necesario. Además no tomes esta regla de manera muy literal, puedes ajustar los porcentajes a tus necesidades en cada momento. 

Aprender a hacer un presupuesto y mantenerte apegado a él no es lo más divertido que harás al mudarte de casa de tus padres, pero hará la diferencia entre sobrevivir a la independencia y disfrutarla.

Aplicaciones como Finerio te pueden ayudar a concentrar toda tu información financiera en un solo lugar, hacer presupuestos y categorizar tus gastos de manera automática, además de establecer metas financieras. 

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