4 pasos para dejar de vivir con tus papás sin morir en el intento
Conforme creces y te vuelves adulto, empiezas a necesitar tu propio espacio para tener mayor independencia, poner tus propias reglas y lograr metas personales. Sin embargo, en ocasiones ocurre todo lo contrario. De acuerdo con el INEGI, en 2015, el 32% de los jóvenes de entre 18 y 34 años aún vivía en la casa de sus padres o familiares y solo el 18% había decidido independizarse.
La Condusef reportó que 5 de cada 10 jóvenes continúan viviendo con sus papás, porque gozan de un techo, comida y reciben financiamiento parcial o total de sus estudios. Esto nos dice que muchos jóvenes se sienten más cómodos al vivir con sus padres.
No obstante, también es cierto que las condiciones económicas actuales son poco favorables para los jóvenes. Según un estudio de Dada Room, la plataforma para compartir departamento en América Latina, los sueldos que perciben los recién egresados van de $5,000 a $10,000. Mientras que la renta de un cuarto en la Ciudad de México puede costar $3,800 y la renta de un departamento para una persona cuesta alrededor de $5,200.
En consecuencia, los jóvenes destinarán en promedio 47% de sus ingresos mensuales para poder rentar un departamento, indica Dada Room. Este porcentaje rebasa lo recomendado por especialistas, que es del 30%.
Con este panorama, podemos encontrar varias razones para seguir viviendo con los papás, pero sabemos que independizarse se debe llevar a cabo tarde o temprano. Por esto, en Finerio te compartimos 4 pasos que te ayudarán a iniciar una nueva etapa de vida.
1. Planea
Si ya estás convencido de dejar el nido, antes de apresurarte y empezar a buscar un lugar para vivir, pregúntate: ¿cuándo me voy a cambiar de casa? ¿De cuánto dinero dispongo o cuánto necesito para lograrlo?
La Condusef recomienda poner un plazo de ahorro de 3 a 5 años. Esto parece una locura, pero depende de cada caso. Por ejemplo, si estableces un ahorro mensual durante 5 años, incluso te puede alcanzar para el enganche de una casa. Entonces, la idea ya no parece tan descabellada, ¿cierto?
Cuanto más tiempo tengas para planear, ahorrar e invertir, más exitosa será la transición.
2. Elabora un presupuesto
Independizarse implica asumir distintos gastos como: alimentos, servicios, renta, depósitos, impuestos, entre otros. Para no perder de vista ningún gasto que después te pueda sorprender, elabora un presupuesto.
Una buena referencia para elaborar tu presupuesto es la regla 50/20/30, que te permite hacer un plan de gastos balanceado, incluyendo un fondo de ahorros.
La regla se trata de utilizar el 50% de tus ingresos para gastos esenciales como: agua, comida, gas, luz, transporte y artículos indispensables. El 20% lo debes destinar a tus planes de ahorro y pago de deudas. El 30% es para gastos personales que mejoran tu estilo de vida. En esta última categoría se consideran gastos como plan de telefonía celular, suscripciones como Netflix o salidas con tus amigos.
Por otra parte, debes considerar que, al mudarte, necesitarás muebles, utensilios de cocina, refrigerador, lavadora, entre otros; lo que también tendrás que sumar a tu lista de posibles gastos.
Tu presupuesto lo puedes organizar de la manera que más te convenga, pero lo más importante es ponerlo en práctica y apegarte a él. Empieza a ayudar a tus papás con el pago de los servicios y la despensa que cubra tus necesidades, para que tengas una idea de cuánto cuestan las cosas y te vayas acostumbrando a hacer esos pagos.
Para llevar un control de tu dinero, puedes apoyarte en Finerio, la primera aplicación en México que te permite vincular tus cuentas bancarias y registrar tus compras en efectivo, para tener toda la información de tus gastos un solo lugar. Asimismo, la app te permite crear presupuestos, a los que da seguimiento automáticamente y te muestra, a través de gráficas, cómo estás gastando tu dinero. Es totalmente gratis y está disponible para Android o iOS.
3. Ahorra e invierte
Una vez que ya tienes tu presupuesto, comienza a ahorrar la cantidad que destinarás a pagos en el futuro como: el pago del depósito, la renta y las necesidades básicas que requerirás en tu vivienda.
También, es un buen momento para eliminar todos aquellos gastos innecesarios o que puedes evitar, es decir, comida rápida, café fuera de casa, dulces, papitas, agua embotellada o pago de comisiones. Estas pequeñas cantidades que desembolsas poco a poco van sumando un gran monto de dinero, pero pueden ser una gran oportunidad de ahorro.
Cuando hayas juntado algo de dinero, inviértelo para generar rendimientos. Algunas opciones de inversión que requieren de poco capital y ofrecen atractivos rendimientos son, por ejemplo, Cetes o Fintechs como Doopla o Kubo Financiero.
4. Busca nuevas fuentes de ingresos
Para mudarte, es fundamental tener un trabajo que te permita cubrir los gastos de tu vida independiente. Si necesitas aumentar tus ingresos, busca otras formas de obtener dinero como trabajar como freelance los fines de semana o vender artículos que ya no necesites.
De esta manera, tendrás un mayor ingreso y, por lo tanto, mejores condiciones económicas para iniciar esta nueva etapa de tu vida.
Así que manos a la obra, si quieres dejar de vivir con tus papás, empieza tu nuevo estilo de vida lo más pronto posible. Define el tiempo en que quieres independizarte. Haz un presupuesto de todo lo que necesitarás. Apoya a tus papás o ahorra en los gastos de la comida y los servicios. Reúne el dinero para el depósito y la renta. Haz crecer tu dinero mediante inversiones. Busca fuentes de ingreso adicionales. Sin duda es un proceso difícil, pero no imposible si te lo propones.